Colección: Peridoto

Ese peridoto que tienes en la mano es como un pedazo de sol atrapado en piedra. 
Lo impresionante es que, a diferencia de la mayoría de gemas que se forman en la corteza terrestre, el peridoto nace en el manto, a unos 150 km de profundidad, y llega a la superficie impulsado por erupciones volcánicas o incluso dentro de meteoritos. Sí, hay peridotos que literalmente han viajado por el espacio antes de caer a la Tierra.

En la antigüedad, los egipcios lo llamaban “la gema del sol” y creían que protegía contra los espíritus oscuros. Hoy, sigue siendo una piedra que transmite energía positiva, vitalidad y prosperidad.

Peridoto